Y nueva economía popular con mercados, según plan de gobierno

Lima, 02 de Mayo, (ANDINA).- Perú Libre, el partido que postula a Pedro Castillo a la presidencia de la República, plantea que todas las empresas paguen sus impuestos, sin ninguna excepción, como parte de sus propuestas sobre el régimen económico.

En su plan de gobierno, Perú Libre plantea una economía popular con mercados y precisa que no están en contra de la empresa privada, siempre que su actividad se traduzca en beneficio de la mayoría de los peruanos, y así como tampoco se encuentra en contra de la competencia empresarial estatal.

“Al plantear la economía popular con mercados, en contraste a la economía social de mercado, liberamos al Estado para que pueda crear empresa y competir equitativamente con el empresariado privado. El Estado no puede estar ajeno a los beneficios del mercado en pro de generar bienestar para su pueblo”, indica el documento.

Asimismo, plantean la revisión de los contratos ley de las concesiones de recursos naturales, medida que permitirá renegociar la proporción del reparto de utilidades, que, de acuerdo a Perú Libre, se da hoy en proporciones que representan una desventaja para el desarrollo del país.

“Planteamos invertir la proporción del reparto de utilidades, 20% a favor de la transnacional y 80% a favor del Estado”, precisa el documento.

Esos recursos, según indica, serán destinados a eliminar la pobreza, la desnutrición, el analfabetismo; construir carreteras y aeropuertos; saneamiento integral con agua y desagüe; incrementar los sueldos a maestros, médicos, policías, militares; sostener los programas sociales, entre otros.

Perú Libre también plantea que todas las empresas paguen, sin ninguna excepción, el impuesto a la renta, el canon, sobrecanon, regalías, derechos de vigencia, entre otros, y que parte de sus ganancias se inviertan en el Perú.

Sectores estratégicos

El plan de gobierno propone, además, la estatización de sectores estratégicos como el minero, gasífero, petrolero, hidroenergético, comunicaciones, en caso las empresas no acepten las nuevas condiciones de negociación.

“En algunos casos solamente debe recurrirse a la nacionalización y no la estatización, indemnizando al privado lo invertido y administrando el total de las utilidades generadas, industrializando el país, generando empleo, fortaleciendo los sectores estratégicos y sosteniendo los programas sociales”, precisa.

Plantea, asimismo, la renegociación y pago total de la deuda interna y externa, previa renegociación de las cifras primarias, y con especial atención al pago de la deuda social con los trabajadores.