La Blanquirroja flameó en el primer lugar del podio por partida triple en el Octavo Campeonato Sudamericano de Wushu (kung-fu), desarrollado en Bolivia.

Chimbote, 27 Agosto 2019, (ANDINA).- La Blanquirroja flameó en el primer lugar del podio por partida triple en el Octavo Campeonato Sudamericano de Wushu (kung-fu), desarrollado en Bolivia, gracias al esfuerzo de tres menores naturales de Caraz (Áncash), que obtuvieron cada uno la medalla de oro en su categoría.

Jerse Miranda Laveriano (13), Jianchi Espinoza Guillermo (15) y Roberth Herrera Espinoza (19) representaron a Perú en el certamen internacional, que congregó los días 24 y 25 de agosto a todas las naciones sudamericanas, además del representativo de República Dominicana, que participó como invitado.

Los adolescentes cursan estudios secundarios en el emblemático colegio Dos de Mayo de Caraz, en la provincia ancashina de Huaylas, mientras que Roberth es egresado de esa institución educativa.

Los competidores partieron tres días antes de la fecha de inicio de la competencia para la adecuación al clima de Bolivia. «Muchos deportistas tienen reparos por la altura», contó el profesor de kung-fu Raúl Espinoza, quien acompañó y preparó a los deportistas peruanos.

“Para mí es un logro como profesor y estoy agradecido por el esfuerzo que han dado los tres muchachos. Fue un lugar muy complicado por la altura. Se han esforzado el doble, entrenaban primero a las cinco de la mañana y luego por la tarde, después de salir del colegio”, comentó el entrenador a la Agencia Andina.

¡Triunfo peruano!

Jianchi Espinoza participó en la categoría juvenil hasta 56 kilogramos; ella compitió por la medalla de oro con la representante de Bolivia.

Jerse Miranda compitió en la categoría children hasta 45 kilogramos. El más joven de la delegación logró vencer al representante de Chile.

Roberth participó en la categoría mayores hasta 48 kilogramos. En su caso, el oro lo obtuvo tras derrotar al luchador de República Dominicana.

Al escuchar el nombre de Perú durante la premiación estalló la algarabía, para luego colocarse en el podio y entonar el Himno Nacional con más orgullo que nunca.