La cantante irlandesa y líder de la agrupación The Cranberries, Dolores O’Riordan, recibió el adiós definitivo de familiares, amigos y seguidores.

Dublín, 23 Enero 2018, (PL).- La cantante irlandesa y líder de la agrupación The Cranberries, Dolores O’Riordan, recibió el adiós definitivo de familiares, amigos y seguidores, tras una velada en el condado de Ballyneety, en Limerick, su ciudad natal.

A la misa de despedida asistieron alrededor de 200 personas, en una ceremonia en la que el sacerdote dedicó palabras de respeto y admiración para la artista, y las condolencias para los más allegados.

Ya O’Riordan está en el cielo interpretando el concierto ‘más importante de todos, el de la existencia misma’, dijo el párroco al referirse a la herencia musical dejada por la intérprete y su actitud ante la propia vida.

El féretro entró a la iglesia al toque del Ave María, de Schubert, en una grabación de la líder de The Cranberries y el tenor italiano Luciano Pavarotti.

Otro de los momentos impresionantes en el templo fue la decoración usada, con fotos de la cantante en sus actuaciones en vivo, así como imágenes de sus encuentros con el Papa Juan Pablo II en El Vaticano.

La música de su grupo The Cranberries sonó durante toda el culto, en el que estuvieron presentes su madre Eileen, sus seis hermanos y sus tres hijos, frutos del matrimonio con Don Burton, de quien se separó en 2014, luego de 20 años de unión.

El féretro abandonó el templo entre aplausos y acompañado por la canción When you are gone (Cuando te hayas ido), incluida en el álbum de The Cranberries To the Faithful Departed (Los arándanos a los fieles difuntos), tema de 1996.

Muchas fueron las personalidades que asistieron al cortejo fúnebre, entre ellas, el presidente de Irlanda, Michel D. Higgins, y otros políticos irlandeses quienes estuvieron en la solemnidad durante cuatro horas para despedir a uno de los ídolos de la música pop y rock de Irlanda. Luego, en un acto privado, sus familiares y personas más cercanas se desplazaron hacia el cementerio de Ballybricken para, junto a su padre, darle sepultura a la intéprete de 46 años.

Aún se esperan los resultados de la autopsia de Dolores O’Riordan, a quien encontraron muerta en una habitación de un hotel londinense el 15 de enero.

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