En ambos casos se recomienda no automedicarse y aplicarse la vacuna cuando corresponda
Lima, 01 Julio 2021, (ANDINA).- Con la llegada del invierno, son muchas las personas que terminan resfriadas, con gripe o un cuadro de alergia exacerbado que no despertaría mayor preocupación de no ser por la presencia del coronavirus en el país, una infección que, en algunas personas, puede desencadenar cuadros médicos graves, llegando a necesitar incluso de una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).
Son diversas las características que comparten el nuevo coronavirus y la gripe. De hecho, ambas son infecciones virales, pero pueden tener un desenlace distinto dependiendo del manejo del caso, la historia clínica previa del paciente y sobre todo del tratamiento que se aplique.
Mientras la gripe es causada, por lo general, por los virus de influenza A y B, el nuevo coronavirus es provocada por el SARS-CoV-2, que lamentablemente tiene diversas variantes, algunas de mayor peligrosidad que otras.
Ambas infecciones son muy contagiosas, se trasmite de persona a persona a través de gotas de saliva que viajan por el aire cuando una persona tose, estornuda o escupe.
Aunque no es muy común, es posible que ambas puedan darse simultáneamente en la misma persona.
¿En qué se diferencian?
Los síntomas de la Covid-19 aparecen generalmente de dos a 14 días después de la exposición al virus. Los síntomas de la gripe generalmente se presentan de uno a cuatro días después de la exposición a uno de los virus de la influenza.
La historia clínica previa de una persona es clave, y en algunos casos determinante, solo en los casos del nuevo coronavirus. Se sabe que quienes tienen enfermedades previas o crónicas corren mayor riesgo de hacer cuadros graves de la infección. En ese grupo se incluyen a las personas con hipertensión, diabetes, cáncer y a quienes tienen el sistema inmunológico debilitado, tienen sobrepeso u obesidad.
Hace muy poco se dio a conocer que los peruanos habían subido alrededor de 7.7 kilogramos de peso en promedio durante la pandemia, principalmente por el sedentarismo y el consumo de alimentos altos en calorías, lo cual se consideraba un factor de riesgo en casos de nuevo coronavirus, incluso entre menores de edad, alguno de los cuales podrían terminar hospitalizados.
Otra diferencia notable entre ambas infecciones es el desarrollo y efectos en el cuerpo humano.
Mientras la gripe puede dejar a las personas algo adoloridas y con mucha congestión respiratoria, un caso de coronavirus, dependiendo de la gravedad, puede generar complicaciones cardiacas, renales y hasta de movilidad, fuera de los trastornos mentales que algunos refieren tras la infección.
Con el covid-19, muchas personas pueden llegar a perder el sentido del olfato o del gusto por un tiempo prolongado. En los casos de gripe esto ocurre rara vez y siempre se trata de un efecto pasajero.
¿En qué se parecen?
Tanto la influenza como el covid-19 se contagian por el sistema respiratorio, es decir el virus ingresa por allí, a través de gotas de saliva que viajan por el aire cuando una persona tose o estornuda.
Ambas infecciones son muy contagiosas, por lo cual deben tomarse diversas medidas para no seguir esparciendo el virus una vez que ya estamos enfermos.
Tanto la gripe como el covid-19 pueden presentar tos, generalmente seca en el segundo caso. El dolor muscular está presente en los dos, igual que el cansancio físico, dolor de garganta y nariz congestionada o con goteo.
La falta de aire o dificultad para respirar es compartida en ambas infecciones, pero en los casos de nuevo coronavirus puede llegar a demandar soporte de oxígeno debido al daño generado en los pulmones. Eso no ocurre en la gripe.
De otro lado, la fiebre puede estar presente en ambas infecciones, pero en los cuadros de covid-19 puede ser muy alta, superando incluso los 39 grados Celsius. En los casos de gripe no siempre hay cuadros de fiebre
La situación es inversa, en intensidad y ocurrencia, cuando nos referimos a las náuseas y diarrea ya que estas se presentan con mayor frecuencia en los casos de gripe, sobre todo en los niños y adolescentes.
El tratamiento de ambas infecciones se enfoca en el alivio de los síntomas, como el dolor, la fiebre, la diarrea, entre muchos otros malestares. Es importante no automedicarse en ninguno de los casos y seguir de forma rigurosa las indicaciones que ofrezca el personal de salud que se consulte.
¿Cómo protegerse?
Un aspecto destacable en lo que se parecen también ambas infecciones es en la manera de prevenirlas. Ambas cuentan con vacunas, que, si bien no evitan el contagio, son herramientas eficaces para atenuar la sintomatología asociada y evitar casos graves.
Los expertos recomiendan vacunarse contra el covid-19 sin dudarlo, debido a que su eficacia está probada en todas las edades donde se permite su inoculación. No olvidar que la vacuna contra la influenza cambia cada año.
Además de la vacunación, es necesario seguir con las recomendaciones de prevención que ya todos conocemos y que evitan tanto gripes, resfríos como la infección del covid-19: distanciamiento físico, lavado frecuente de manos, uso de mascarilla, y protector facial, sobre todo en lugares de gran aglomeración.
Hay que evitar igualmente tocarse los ojos, la nariz o la boca; además de limpiar y desinfectar diariamente las superficies de alto contacto.
No es recomendable visitar o tomar contacto con personas que se sospecha podrían tener estas infecciones, ya sea porque presentan algunos síntomas o porque han estado en lugares muy concurridos o reuniones sociales recientemente, esto aplica sobre todo para prevenir el covid-19.
Las personas que se encuentran agripadas o tienen un caso de nuevo coronavirus deben mantener sus habitaciones muy bien ventiladas, descansar, evitar actividades que demanden esfuerzo físico y beber mucho líquido (agua, caldos y otros).