En el caso del suboficial Elvis Miranda, quien cumple siete meses de prisión preventiva en Piura por abatir a un delincuente, ha sucedido una situación verdaderamente insólita.

Lima, 21 de Enero 2019, (ANDINA).- En el caso del suboficial Elvis Miranda, quien cumple siete meses de prisión preventiva en Piura por abatir a un delincuente, ha sucedido una situación verdaderamente insólita, pues mientras la autoridad está presa el cómplice del malhechor está libre.

Así lo reveló el ministro del Interior, Carlos Morán, quien dijo que todo este hecho es “De Ripley” y pone en evidencia una tremenda contradicción, en el manejo de la justicia.

Cuestionó que el fiscal encargado del caso haya calificado como simple “hurto” el asalto perpetrado por tres delincuentes – uno de ellos abatido – cuando en realidad se trata de un caso de robo agravado.

Agregó que con esa tipificación del delito, uno de los cómplices del delincuente abatido se acogió a la figura de la “terminación anticipada”.

“El juez lo sentenció a dos años de prisión y como era menos de cuatro años, el delincuente está libre, mientras que el policía que actuó en una intervención legítima está preso”, señaló.

Morán anotó que decisiones judiciales de ese tipo generan sensación de impunidad y consideró en ese sentido que se deben endurecer las penas porque no son delitos menores “sino delitos de alto impacto”.

Agregó que los fiscales antes de presentar la denuncia policial deberían pedir informes al Ministerio del Interior, como se hace en los casos de delitos tributarios, cuando se pide informe a la Sunat.

Ante la Comisión de Defensa Nacional del Congreso de la República, Morán recordó que la Policía está facultada a usar sus armas de reglamento dentro de los parámetros de la ley, pero que sería conveniente robustecer la protección a los efectivos policiales con iniciativas legislativas.

Morán también abogó por la modificación del Nuevo Código Procesal Penal, que, dijo constriñe las funci0nes policiales.

“La actuación de la Policía se ve limitada porque, de ocurrir un hecho flagrante, el policía solo puede cumplir las diligencias que el fiscal decida. Ya se perdió la proactividad, la celeridad y la iniciativa, propiciando condiciones de impunidad y si el policía quiere actuar de motu proprio puede ser denunciado”, afirmó.

Se pronunció además a favor de que se revise el Acuerdo de Sala Plena de la Corte Suprema, que establecer proporcionalidad para castigar a los agresores de policías.

La agresión a un policía – señaló – tiene que derivar en el impedimento de desarrollar sus actividades, para que el agresor de la autoridad sea encarcelado.

Sobre el tema, dijo que el caso de Silvana Buscaglia – de la mujer que abofeteó a un policía en el aeropuerto – significó un antes y un después en este tema.

“Agredir a una autoridad nos e puede graduar de menos a más, porque se le da una bofetada, se le golpea con un objeto contundente o se usa un arma de fuego y que eso se castigue con comparecencia o pena de cárcel. Agresión es agresión y es contra la autoridad”, comentó.

Morán calificó el caso Buscaglia como “nefasto” porque la agresora fue beneficiada con la gracia presidencial del indulto en el gobierno de Ollanta Humala.