Fue un día muy especial para la señora Ilberta Díaz de Alania, de 78 años de edad, quien se quedó sin palabras al ver cómo se transformaba su cuartito.

Lima, 11 de Diciembre 2018, (ANDINA).- Fue un día muy especial para la señora Ilberta Díaz de Alania, de 78 años de edad, quien se quedó sin palabras al ver cómo se transformaba su cuartito, y en el lugar donde dormía, los cartones y telas desgastadas, eran reemplazados por una cama con colchón, sábanas, frazadas, cubrecamas y pijama limpios; es decir, un ambiente digno para vivir.

Doña Ilberta, quien vive en el distrito de Independencia y es usuaria en situación de pobreza extrema del Programa Nacional de Asistencia Solidaria – Pensión 65 del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis), fue protagonista de una iniciativa del personal de la Jefatura Territorial de Lima del programa social.

La idea de darle una vivienda adecuada surgió cuando los trabajadores de Pensión 65 llegaron hasta el empinado cerro a la altura del paradero ex 27, en Independencia, para entregarle a la señora un donativo, pero al ver la precariedad del ambiente – armado con costales, plásticos y cartones – se embarcaron en la ardua tarea de mejorarlo y darle mayor seguridad.

Los seis trabajadores del Programa empezaron las labores retirando los desperdicios y piedras, con herramientas que les facilitaron los vecinos de Ilberta. Adicionalmente, compraron listones de madera para el techo. La labor fue cumplida durante todo un día.

El nuevo cuarto de Ilberta, situado en uno de los cerros más altos del distrito de Independencia, motivó que la felicidad y agradecimiento se reflejen en sus ojos.

Pese a sus 78 años, la usuaria de Pensión 65 todavía se encuentra en actividad y se dedica al reciclaje. El lote sin construir donde vive, lo comparte con su hija Gladys y su nieta María; y tiene como fieles compañeras de habitación, a sus mascotas “Chiquito” (perro) y “Negra” (gata).

El Programa Pensión 65 ha emprendido una reforma, mediante la cual impulsan estrategias encaminadas a que sus usuarios y usuarias accedan a un proceso de envejecimiento con dignidad, basado en tres ejes: “Envejecimiento saludable”, “Envejecimiento productivo” y “Envejecimiento participativo”.