El Papa Francisco declaró en la Plaza de Armas de Trujillo “Madre de la Misericordia y de La Esperanza” a la milagrosa Virgen de la Puerta de Otuzco.
Lima, 20 Enero 2018, (ANDINA).- El Papa Francisco declaró en la Plaza de Armas de Trujillo “Madre de la Misericordia y de La Esperanza” a la milagrosa Virgen de la Puerta de Otuzco, tal como era el deseo de los trujillanos, que no pudieron dejar de expresar con exaltación su regocijo por este reconocimiento a la patrona del norte.
Seguidamente, el Santo Padre procedió a coronar a la venerada imagen ante los aplausos de la multitud, y en medio de fuegos artificiales que se lanzaban desde la Catedral de Trujillo. En 1943 ya la Virgen de la Puerta había sido coronado como reina de la paz y patrona del norte, por un representante del Papa Pío XII, quien le había enviado un manto por la consagración.
Siete niños vestidos con trajes típicos colocaron ofrendas florales en el altar de la Virgen de la Puerta, a quien el Papa Francisco le ha pedido que siga guiando nuestro camino, nos siga defendiendo de las adversidades y no ayude a evitar la indiferencia y la insensibilidad, para tener una cultura de misericordia ante el sufrimiento de los hermanos.
El Santo Padre destacó que la Virgen de la Puerta de Otuzco recorrió muchos kilómetros para estar en la Plaza de Armas de Trujillo, que se convirtió en un santuario a cielo abierto en la que todos nos dejamos llevar por su maternal mirada. “Una madre no abandona a sus hijos”, anotó.
Asimismo, mencionó, que no hay mejor medicina para curar tantas heridas que un corazón que sepa de misericordia. La virgen es mestiza, prosiguió, porque en su corazón hay lugar para todas las sangres.
Como en esta celebración Mariana estuvieron presentes otras 39 imágenes de Santos y vírgenes del norte de país, su Santidad expresó que los santos nos ayudan a permanecer alegres en la esperanza y nos recuerda la cercanía con nuestra familia.
En otro momento de su discurso, el Papa Francisco preguntó: ¿qué sería del Perú sin las madres y las abuelas? ¿Qué sería de nuestra vida sin ellas? El amor a María genera actitudes de reconocimiento y gratitud frente a la mujer que en silencio lleva la vida adelante. Gracias ellas por su testimonio”, enfatizó.
El Papa Francisco también incidió en que hay que luchar contra la plaga del feminicidio que afecta el continente americano, pues son muchos los casos de violencia que quedan silenciados detrás de tantas paredes, acotó. “Los invito a luchar contra esta fuente de sufrimiento”, puntualizó.
Esta fue la última actividad que cumplió el Papa Francisco en Trujillo antes de retornar a Lima. Los trujillanos y foráneos se despidieron de él alzando la mano para recibir su bendición.
Por su parte, el Arzobispo de Trujillo, monseñor Miguel Cabrejos Vidarte, le manifestó al Santo Padre que se queda en el corazón de todos los trujillanos y peruanos, y su mensaje permanecerá firme y unido en la esperanza.