Sacar a la selección chilena de la depresión por quedar fuera de Rusia-2018 y llevarla nuevamente a un Mundial son los desafíos asumidos por el colombiano Reinaldo Rueda.
Lima, 19 Enero 2018, (ANDINA).- Sacar a la selección chilena de la depresión por quedar fuera de Rusia-2018 y llevarla nuevamente a un Mundial son los desafíos asumidos por el colombiano Reinaldo Rueda, durante su presentación como nuevo DT de La Roja en Santiago.
El colombiano Rueda expresó su ilusión por entrenar a la selección chilena, a la cual estará ligada durante los próximos cuatros años, pese a que llega en uno de los peores momentos de La Roja, que no clasificó al Mundial de Rusia, lo que provocó un golpe duro para el plantel y desnudó diferencias entre futbolistas que llevan casi una década defendiendo a Chile.
«Si recuperamos rápido (a la selección) vamos a Catar-2022. Ver el Mundial desde la tribuna, desde la televisión, es muy verraco, muy duro», afirmó Rueda en conferencia de prensa acompañado del presidente del fútbol chileno, Arturo Salah.
Rueda anunció que su primera misión será visitar a los jugadores más emblemáticos de la selección, entre los que se encuentra el delantero Alexis Sánchez, del Arsenal inglés pero negociando para irse al Manchester United, Arturo Vidal (Bayern Múnich/Alemania) y el portero y capitán de Chile, Claudio Bravo (Manchester City/Inglaterra).
Tras ello, trabajará en su primera convocatoria para los amistosos de La Roja ante Suecia, el 24 de marzo, y tres días después ante Dinamarca, ambas selecciones clasificadas para el Mundial. Ambos juegos se disputarán en Europa.
Si bien la mayor meta de Rueda es clasificar a Catar-2022, la Copa América-2019 que se disputará en Brasil será la primera prueba de fuego que el cafetero, afirmó, asume con «ilusión» y servirá para fortalecer al equipo.
Rueda reemplaza al hispano-argentino Juan Antonio Pizzi, quien renunció tras quedar fuera del Mundial.
El colombiano rompe una seguidilla de técnicos argentinos que se hicieron cargo de La Roja: Marcelo Bielsa, Claudio Borghi, Jorge Sampaoli y el propio Pizzi.
En la carrera de este entrenador de 61 años se destaca haber ganado la Copa Libertadores-2016 y la Recopa Sudamericana con el Atlético Nacional de Colombia, y clasificar a Honduras al Mundial de Sudáfrica-2010 y a Ecuador al Mundial de Brasil-2014.
Chile, en los últimos seis años, ganó dos Copas América consecutivas y clasificó a dos Mundiales, Sudáfrica-2010 y Brasil-2014.
Recambio, pero equilibrado
Tras quedar fuera de Rusia-2018 quedó en entredicho si la exitosa generación dorada del fútbol chileno había jugado sus últimos partidos en La Roja y si había llegado la hora de sangre nueva.
Rueda comenzó su carrera como técnico de las selecciones juveniles de Colombia, y encabezó los procesos de recambio durante su trabajo como técnico de Honduras y luego Ecuador, por lo que tiene la experiencia para realizar esta labor en Chile.
«Hacer un relevo generacional es muy difícil para cualquier país del mundo, para cualquier cultura futbolística, más aún con una generación dorada debe darse gradualmente con mucha inteligencia y equilibrio», afirmó.
Rueda deslizó que no realizará cambios trascendentales ya que a su juicio, «estamos ante una selección que tiene mucho por dar».
La selección es sagrada
Rueda también se refirió a los casos de indisciplina provocados por seleccionados chilenos y que han sido un dolor de cabeza para sus antecesores.
El bautizo del hijo del volante Jorge Valdivia con la ingesta de alcohol de varios jugadores en medio de una concentración para el Mundial de Brasil-2014 o las constantes salidas nocturnas de Arturo Vidal –incluido el choque de su Ferrari en plena Copa América de Chile hace tres años- son algunos de los escándalos que golpearon a La Roja.
El equipo también vive un quiebre luego de que la esposa del capitán, el portero Claudio Bravo (Manchester City), denunció que algunos jugadores llegaban borrachos a las concentraciones.
«La selección es un lugar sagrado», afirmó el colombiano, quien además, aseguró que un jugador que llega borracho a una concentración «no es seleccionable».
«Yo les hago una invitación a los jugadores, a que ese espacio se respete, el que se equivoca mala suerte», sostuvo Rueda.