Lanús logró el primer boleto a la final de la Copa Libertadores tras dar vuelta su llave de semifinales del torneo continental ante River Plate e imponerse por 4-2 (4-3 en el global).
Lanús, 01 Noviembre 2017, (ANDINA).- Lanús logró el primer boleto a la final de la Copa Libertadores tras dar vuelta su llave de semifinales del torneo continental ante River Plate e imponerse por 4-2 (4-3 en el global) en el Estadio Ciudad de Lanús, en un duelo lleno de polémicas y que contó con el VAR como gran protagonista.
La “banda sangre” inició de gran manera el encuentro gracias a los goles de Ignacio Scocco (18′, de penal) y Gonzalo Montiel (23′). Cuando estaban más cerca del tercero, José Sand (45+1′) descontó antes del final de la primera parte para los locales.
El “granate” llegó a la segunda parte con otra mentalidad y Sand (46′) rápidamente puso la igualdad en el duelo. Lautaro Acosta (61′) anotó el tercero para los dueños de casa y la ilusión de sacar adelante el encuentro acrecentó.
La polémica pasó poco después del gol de Acosta. Montiel agarró claramente de la camiseta a Nicolás Pasquini en área de River y el juez colombiano Wilmar Roldán no pitó infracción. A petición de uno de sus asistentes, Roldán vio la jugada a través del VAR y concedió el lanzamiento desde los 12 pasos, algo que no hizo con otro penal claro en favor de River en la primera parte.
El encargado de lanzar la infracción fue el paraguayo Alejandro Silva, quien no tuvo problemas para superar a Germán Lux y establecer el 4-2 en favor de Lanús, a los 69 minutos.
De ahí en adelante, River salió desesperado en busca de un tanto que les permitiera superar por el gol de visita a Lanús, pero estuvieron poco finos frente al arco de Esteban Andrada. En tanto, los locales agotaron el reloj para quedarse con el triunfo.
Pitazo final y Lanús alcanzó su primera final en su historia, superando su mejor participación en la Copa Libertadores 2014, donde llegaron a cuartos de final. En la gran definición, el equipo argentino espera al ganador del duelo entre Gremio de Porto Alegre y Barcelona de Ecuador (3-0 para los brasileños en la ida).