Irán recibió el Oscar ganado por Asghar Farhadi como otro triunfo y una ocasión para arremeter contra la política migratoria del presidente Trump.
Teherán, 27 Febrero 2017, (PL).- Irán recibió el Oscar ganado por el realizador Asghar Farhadi con ‘The Salesman’ (El vendedor) como otro triunfo de su cinematografía y una ocasión para arremeter contra la política migratoria del presidente norteamericano, Donald Trump.
Además de la prensa especializada, todos los espacios noticiosos -impresos, radiales, televisivos y digitales- se hicieron eco del premio que la Academia de Hollywood concedió este lunes (domingo en Los Ángeles) a la Mejor Película Extranjera, pero sobre todo resaltaron el mensaje de Farhadi.
El director persa explicó que su ausencia en la ceremonia fue ‘por respeto al pueblo de mi país y de aquellas otras seis naciones que han sido irrespetados por la ley inhumana que prohíbe la entrada de inmigrantes a Estados Unidos’, en alusión a una reciente y controversial decisión de Trump.
A partir de una disposición del nuevo inquilino de la Casa Blanca, Estados Unidos decretó un veto de visado para ciudadanos de Irán y otros seis países predominantemente musulmanes, lo cual desató críticas generalizadas de organismos de derechos humanos, activistas sociales y círculos religiosos.
‘Dividir el mundo en las categorías de ‘nosotros’ y ‘nuestros enemigos’ crea temor, expresó Farhadi, quien ya obtuvo una estatuilla dorada en 2012 en la misma categoría por su cinta ‘Nader y Simín, una separación’ (2011).
Su mensaje fue leído al público por dos iraníes-estadounidenses que representaron al realizador en la 89 edición de los Oscars, a saber, Anousheh Ansari, la primera mujer ingeniera turista espacial, y el profesor Firouz Naderi, exdirector de Explotación de Sistemas Solares de la NASA.
Farhadi agregó que la postura de la nueva administración republicana estadounidense es ‘una deshonesta justificación para la agresión y la guerra. Esas guerras impiden la democracia y los derechos humanos en países que han sido las propias víctimas de la agresión’.
‘Los realizadores de cine pueden voltear sus cámaras para filmar cualidades humanas compartidas y romper estereotipos de varias nacionalidades y religiones. Ellos crean empatía entre nosotros y los otros. Una empatía que necesitamos hoy más que nunca’, recalcó en la misiva.
Entretanto, fuentes en Teherán valoraron de alto honor el segundo lauro para la cinematografía iraní, en particular para Farhadi, pero enaltecieron su posición anunciada el 29 de enero pasado de rehusar viajar a Hollywood, incluso si se le concedía una excepción a la orden presidencial.
Mientras el canciller iraní, Mohammad Javad Zarif, mostró orgullo por el Oscar y la posición del director de cine, el expresidente Mahmoud Ahmadinejad (2005-2013) publicó una carta abierta a Trump recriminándole la política migratoria, el intervencionismo en Medio Oriente y el trato a las mujeres.
‘La presencia y el esfuerzo constructivo de la élite y científicos de diferentes naciones, incluida la población de más de un millón de mis compatriotas iraníes, ha tenido gran rol en el desarrollo de Estados Unidos … el Estados Unidos contemporáneo pertenece a todas las naciones’, opinó.