Fue la última etapa del recorrido que culminó con el encendido simbólico del pebetero en la Plaza de Armas

Lima, 28 Noviembre 2024, (ANDINA).- En un emocionante desenlace, la Ruta de la Antorcha Bolivariana culminó este 27 de noviembre en la histórica Plaza Mayor de Huamanga, marcando el cierre de un recorrido que unió las 11 provincias de Ayacucho con el fuego sagrado de los Juegos Bolivarianos del Bicentenario 2024.

Este símbolo de unidad e identidad regional prepara el terreno para la gran inauguración de los Juegos el 28 de noviembre en el Estadio Las Américas.

El recorrido en Huamanga comenzó en el Obelisco de la Pampa de Ayacucho, un lugar de gran importancia histórica que conmemora el Bicentenario de la Batalla de Ayacucho, gesta que selló la independencia del Perú y de América del Sur.

La antorcha, acompañada por Danzaq, continuó su trayecto por lugares emblemáticos de la ciudad, como el Complejo Arqueológico Wari, uno de los vestigios más importantes de la civilización preincaica Wari, que dejó una huella imborrable en la historia de Ayacucho.

La llama también pasó por el Cristo Blanco de Pacaycasa, la cima desde donde se disfruta una panorámica impresionante de la ciudad.

El recibimiento de la antorcha en el corazón de Huamanga fue un espectáculo de unión y alegría desbordante. Desde la emblemática Alameda de la Independencia, una multitud entusiasta acompañó el recorrido por la histórica Calle 28 de Julio, llenando cada esquina con cánticos, barras y el grito de orgullo: «¡Ayacucho somos todos!».

Los portadores

Los 20 portadores de la antorcha se convirtieron en los protagonistas ovacionados por la multitud.

Deportistas, artistas y líderes locales como el maestro retablista Silvestre Ataucusi Flores, Embajador de los Juegos Bolivarianos del Bicentenario Ayacucho 2024, llevaron con orgullo la llama sagrada; Edward Paredes Castillo, niño de 14 años representante del Consejo Consultivo de Niños, Niñas y Adolescentes CCONNA en la región Ayacucho.

También la portaron José María Vásquez, historiador de la región Ayacucho; Flora Huertas Huillcapuri, destacada deportista de las disciplinas de atletismo y ciclismo, medallista a nivel regional, nacional e internacional; Cirilo Gálvez Ramos, Maestro del Tallado en Piedra de Huamanga; y Almendra Laura, artesana textil y bordado a mano.

La energía de los acompañantes se sintió en cada paso del trayecto y culminó en la Plaza Mayor, donde la llama bolivariana fue celebrada como un símbolo de identidad y unidad regional.

Juan Carlos Arango, alcalde provincial de Huamanga, y Rosa Alegría Alegría, secretaría administrativa del Proyecto Especial Legado, fueron los encargados de recibir la antorcha en la Plaza de Armas para proceder con el encendido del pebetero oficial.

Asimismo, las autoridades que también estuvieron presentes fueron: Milagros Cuadros Huamán, gerente regional de Desarrollo Económico del Gobierno Regional de Ayacucho; Baltazar Medina, presidente de la Organización Deportiva Bolivariana ODEBO; Giorgio Alberti Gruber, director técnico de la ODEBO; Monseñor Salvador Piñeiro García-Calderón, Arzobispo de Ayacucho; Marino Ruiz de la Sotta, vocero de la Ruta de la Antorcha Bolivariana; Renzo Manyari, presidente del COP; Gilberto Ramos Peña, Presidente Consejo Regional del Deporte de Ayacucho; Antonio Jerí Chávez, rector de la UNSCH; General PNP Jorge Alberto Quiroz Grosso, comandante general de la Región Policial de Ayacucho; entre otras autoridades nacionales y regionales.

La jornada culminó con un acto lleno de emoción, donde la llama descansó en la Plaza Mayor de Ayacucho, simbolizando la transición hacia la ceremonia de inauguración al día siguiente. La antorcha permanecerá hasta el 28 de noviembre, cuando será llevada al Estadio Las Américas para encender el pebetero oficial durante la inauguración de los Juegos Bolivarianos 2024.

Con este último recorrido, “La Ruta de la Antorcha: El Camino que Nos Une” cierra su ciclo de movilización por Ayacucho, pero su mensaje de unidad y esperanza se perpetúa en cada rincón de la región. El fuego sagrado continuará su trayecto hacia el corazón de los Juegos Bolivarianos del Bicentenario 2024, donde marcará el inicio de una nueva era deportiva para toda la región.