Lima, 14 de Abril 2022, (ANDINA).- Tras la muerte del exdelantero colombiano Freddy Rincón, han llegado innumerables muestras de solidaridad a la familia de quien fuera uno de los miembros más recordados de esa generación dorada de Colombia que, quizá, tuvo su punto más alto en el 5-0 propinado a la selección Argentina en el mítico estadio Monumental de River Plate, durante las Eliminatorias a Estados Unidos 94.

Sin embargo, el 19 de junio de 1990 en el estadio San Siro de Milán, frente a 80 mil personas que presenciaban uno de los duelos definitorios para el pase a los octavos de final del mundial de Italia 90, será recordado por el agónico gol marcado en el minuto 47 del segundo tiempo por Freddy Rincón, ante la poderosa Alemania de Franz Beckenbauer que, semanas más tarde, terminaría como campeón del Mundial.

“El momento en que el Pibe hace el pase después de esas paredes, yo estoy viendo la jugada, muy dolido porque siento que el partido lo íbamos a perder y no merecíamos ese resultado. En el primer paso siento que Freddy ya tenía que darle el pase al compañero de al lado, pero al segundo ya no hay visión, Freddy avanza dos pasos, el arco se tapa y de pronto este hombre la tira por debajo y hace un ejercicio de justicia”, decía Francisco Maturana, quien fuera DT de esta exquisita selección sudamericana.

“La pelota llegó al centro de la cancha. Valderrama recibió el balón de espaldas, giró, se desprendió de tres alemanes que le sobraban y la pasó a Rincón, y Rincón a Valderrama, Valderrama a Rincón, tuya y mía, mía y tuya, tocando y tocando, hasta que Rincón pegó unas zancadas de jirafa y quedó solo ante Illgner, el guardameta alemán. Illgner tapaba el arco. Entonces Rincón no pateó la pelota: la acarició. Y ella se deslizó, suavecita, por entre las piernas del arquero, y fue gol”, menciona el escritor Eduardo Galeano, en su libro Fútbol a Sol y Sombra.

Luego de ello, Rincón gritó el gol en el córner del arco Sur con los dos puños agitándolos frente a sus ojos, mientras todo Colombia se fundió en aquel abrazo que protagonizaron suplentes, titulares, cuerpo técnico y las más de 80 mil almas apostadas en el Estadio de San Siro, allá en Milán, quienes ingresaron al recinto para ver a Alemania, pero se fueron con un gusto tan agradable, como cuando se bebe un buen café colombiano. Descanse en paz, señor Freddy Rincón.

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