Método podría contaminar más el mar, advierten el Ministerio del Ambiente y una especialista en el tema.

Lima, 24 Enero 2022, (ANDINA).– Ante el derrame de petróleo en el mar de Ventanilla, en Lima, se requieren soluciones a gran escala como barreras, skimmers, entre otros, por parte de la empresa Repsol. En ese sentido, el uso de cabello humano resulta una herramienta poco efectiva, incluso su manipulación podría generar más residuos en el mar, informó el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), institución adscrita al Ministerio del Ambiente (Minam).

Después del derrame de petróleo en la refinería La Pampilla, ocurrido el pasado 15 de enero, surgieron diversas iniciativas y grupos de voluntarios que apoyaron en la limpieza del crudo que llegó hasta las playas de la zona y en el rescate de las especies de fauna silvestre afectadas por el derrame. También aparecieron grupos e instituciones que impulsaban la recolección de cabello para usarlo en las labores de absorción del hidrocarburo.

Esta última iniciativa llamó la atención y generó la participación de instituciones y un sector de la población a nivel nacional. Sin embargo, ¿qué tan útil es el cabello humano en estos trabajos de remediación a gran escala, cuando -según expertos- el área de mar dañada por el derrame de petróleo equivale a 10,000 estadios juntos?.

¿Será útil el cabello?

En entrevista con la agencia Andina, la química ambiental y especialista en remediación de daños, Jenny Zenobio, explicó que en un derrame la primera acción es contenerlo, evitar que se siga expandiendo, y eso aún no se ha hecho de manera eficiente, según consideró.

“Todo se ve tan pasivo, tan calmado, que no parece un gran problema. Hace un tiempo, muy cerca al lugar donde vivo (California, Estados Unidos) hubo un derrame de petróleo y se actuó en horas”, señaló la especialista, al tiempo de destacar que la empresa, el Estado y miles de voluntarios enfrentaron el problema.

Con respecto al método del cabello para absorber el petróleo, agregó que esa técnica -si bien fue utilizada en el derrame de petróleo que sucedió en las Islas Mauricio, ubicada en el océano Índico- esta no aplicaría a nuestra realidad.

“Cuando elegimos un método de tratamiento no se trata simplemente de copiarlo, aquí (en el Perú) las condiciones son diferentes. El problema con el cabello -como cualquier absorbente orgánico- es que va absorber el petróleo y el agua, pero cuando absorbe el agua el peso de las “salchichas” con cabello se incrementan y se va hundir contaminando con petróleo otro nivel, el fondo del mar”, explicó.

Otro punto, agregó Zenobio, es luego qué se hace con esas “salchichas” que están con el petróleo, cómo se eliminan.

“Existen tres formas: desecharlo a un vertedero, degradarlos o incinerarlos. Cualquiera sea el método elegido, este debe ser realizado adecuadamente por profesionales con experiencia en el área, de lo contrario puede propagar aún más la contaminación actual o generar nuevos contaminantes producto de los tratamientos de degradación,” enfatizó.

Tecnología que sí ayuda

Para la química ambiental en el caso peruano se podría utilizar los skimmers, que succionan el petróleo del mar y separan el agua del petróleo. Luego se podría reusar ese petróleo. Junto a este método también se podría utilizar -a largo plazo- la técnica de biorremediación ambiental, que es la más amigable con el medio ambiente y a largo plazo remueve el petróleo.

“También existen absorbentes comerciales disponibles, pero tienen el mismo problema que el cabello -toda tecnología tiene su desventaja- es que absorbe agua y se hunde; y además puede desprender partículas pequeñas llevando otra vez del petróleo a dispersarse”, señaló.

Para cualquier aplicación de estos métodos, indicó la científica, tiene que haber un equipo de evaluación de riesgos de la aplicación de tecnología y de los trabajos que se van a realizar.

“Repsol no está usando las técnicas adecuadas, ni el personal adecuado. He visto por fotografías y videos que se están exponiendo a las persona innecesariamente, sin lentes, ni guantes, ni respiradores, incluso comiendo en la zona y eso va empeorar la situación y terminarán enfermándose”, recalcó la ingeniera sanitaria de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI).

Ante lo sucedido, se necesita un área especializada que verifique que el plan de contingencia sea real y no solo un papel, y se encargue de monitorear constantemente, es decir un área de respuesta ante emergencia.

Finalmente, la especialista hizo un llamado a los profesionales y científicos que ayuden a bloquear la mala información.

“Necesitamos que expliquen a la población que método es viable y cuál no. En el caso del cabello, se ha pasado más de una semana recolectando cabello sin ninguna visión, eso me parece negligente”, concluyó. De hecho, el Minam precisó que no está realizando ninguna campaña de recolección de cabello.

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