La clave está en la cantidad y variedad de productos incluidos en cada comida

Lima, 15 Agosto, (ANDINA).- Tener una buena alimentación es fundamental para quienes tuvieron coronavirus y necesitan recuperar energías y la buena salud. El modo de preparación y presentación de las comidas será determinado por la severidad o secuelas que dejó la infección.

Para el decano nacional del Colegio de Nutricionistas del Perú, Antonio Castillo Carrera, haber salido vencedor de la infección del covid-19 no significa que la persona puede descuidar su alimentación u otros hábitos saludables, como hacer ejercicio físico y dormir bien.

Una buena nutrición es un aspecto esencial para estar saludable y fortalecer nuestro sistema inmunológico, el cual es responsable de luchar contra enfermedades e infecciones tan complejas como el coronavirus.

“Para alimentarse de forma adecuada, hay que saber elegir los alimentos; se debe incluir siempre macronutrientes como proteínas básicamente de origen animal: carne de res, pollo, pescado, huevo, lácteos o vísceras. También se deben incluir verduras y por lo menos dos raciones de frutas en el día, en el almuerzo y cena. Ellas proporcionan vitaminas y minerales que fortalecen el sistema inmunológico”.

Si no puedo masticar…

El experto indicó que si la persona ha tenido un caso grave de coronavirus, que ha requerido estar entubado, posiblemente tendrá problemas para deglutir y estará desganado para comer.

“Es muy importante no forzar a las personas a comer, pero si tiene la disposición a hacerlo hay que buscar alimentos de consistencia blanda, tipo puré, papillas o sopas que pueden procesar de mejor manera. No olvidar que la garganta se ha visto afectada y no va a poder pasar los alimentos como antes, al menos por un tiempo”.

Recomendó consumir leche o yogur bajos en grasa, así como jugos variados, en los que se incluya una dosis importante de vitamina C.

“Esta es una vitamina muy importante que ayuda a fortalecer el sistema inmunológico. Es un gran antioxidante, previene los resfríos. No olvidar que la vitamina C es muy volátil, se evapora rápidamente. De igual manera es muy sensible a la luz. Si se va a preparar un jugo de papaya o naranja debe tomarse allí mismo cuando se prepara. De lo contrario, podría optarse por comerla en su presentación natural”.

Si hay dificultad para masticar las frutas, éstas pueden ser ingeridas en forma de puré o mazamorras.

Calidad versus cantidad

Para el licenciado, no se requiere abundancia para estar bien alimentado, solo consumir las cantidades correctas de macronutrientes (proteínas, carbohidratos, grasas)

“No se necesita una fuente de comida para estar saludable. Solo deben respetarse las cantidades adecuadas, que se pueden medir con la propia mano”, comentó.

El plato debe estar conformado por alimentos de origen animal (pollo, carne, cerdo, pescado, vísceras, entre otros) que no debe exceder del tamaño de la palma de la mano.

Los carbohidratos, responsables de darnos energía, se encuentran en los tubérculos (papas, camotes, yucas, etc.), legumbres (todas las menestras), cereales (arroz, trigo, avena, quinua, entre otros). Deben estar presente en cada comida principal y de preferencia no superar el tamaño de nuestro puño.

Las verduras, que nos aportan vitaminas, grasas saludables y diversos nutrientes, deben ingerirse de forma habitual y en cantidad abundante. Lo que entre en dos manos juntas y abiertas, lo cual representa la mitad del plato.

“El desayuno puede armarse con un cereal o un alimento lácteo (yogurt, leche o queso), un sándwich con algún alimento de origen vegetal o animal (palta, aceitunas, huevo, pollo, o saltado de carne) y una bebida: leche, avena, entre otras; además de una fruta”.

Castillo Carrera recomendó reemplazar el arroz cada vez que se pueda por otras guarniciones que también aportan energía como la yuca, el camote, la papa, el trigo o la quinua.

Entre comidas principales podrían ingerirse frutos secos o frutas, evitando siempre los alimentos ultraprocesados, con alta cantidad de azúcar, sodio y grasas trans, que no van a colaborar en la recuperación de nuestra salud.

No se necesita gastar una fortuna

Para el especialista, alimentarse bien no implica un derroche de dinero, pues este objetivo puede lograrse fácilmente con compras inteligentes.

“Si hablamos de calidad estamos hablando de calidad nutricional. Si quiero proteínas de alta calidad de origen animal siempre pensamos en pescado, pollo y carne, pero esas mismas proteínas las podemos encontrar en opciones más económicas en las vísceras como la sangrecita, el hígado, el bazo, las mollejas, los riñones, que tienen una gran cantidad de hierro”.

Sobre las verduras, comentó que son económicas siempre. Debemos buscarlas en distintos colores y variado sabor. Los tubérculos son igualmente baratos. Las menestras nunca deben faltar y deben comerse como mínimo dos veces por semana.

“Un aspecto muy importante es la hidratación. Tomar agua hervida o embotellada, tomar sopas de verduras, de carne sin grasa o infusiones. Evitar las gaseosas, jugos envasados o bebidas deportivas, porque estas no aportan nutrientes. Tienen un alto contenido de cafeína, taurina, estimulantes que podrían modificar la acción de antibióticos o antiinflamatorios”.

El experto destacó que la buena alimentación es un factor protector ante cualquier tipo de infección, incluido el coronavirus, pero no evita que uno pueda contagiarse.

“Sin embargo, es bueno destacar que sus efectos serán más graves si la persona tiene un sistema inmunológico disminuido debido a una mala alimentación y factores de riesgo como el sobrepeso y la obesidad, un índice de masa corporal superior a 30 o problemas como la diabetes, hipertensión, triglicéridos altos. Una persona que se alimenta de manera adecuada, tiene hábitos saludables y realiza actividad física tendrá un sistema más fortalecido y fuerte como para repeler de mejor manera el ataque de cualquier virus”, destacó.