Compañías de dos ciudades estadounidenses cancelaron las presentaciones programadas del tenor español Plácido Domingo, luego de que fuera acusado de acoso sexual.

Washington, 13 Agosto 2019, (Prensa Latina).- Compañías de dos ciudades estadounidenses cancelaron las presentaciones programadas del tenor español Plácido Domingo, uno de los artistas más admirados del planeta, luego de que fuera acusado de presunto acoso sexual.

La Ópera de San Francisco, en California, dio a conocer este martes que suspendió un concierto planeado para el 6 de octubre, mientras la Orquesta de Filadelfia, Pensilvania, rescindió una invitación para que se presentara el próximo mes.

Según indicó la primera de esas instituciones en su página digital, la decisión de cancelar la presentación se tomó luego de las recientes noticias de múltiples denuncias de acoso sexual, porque aunque ‘los presuntos incidentes reportados no tuvieron lugar en la Ã’pera de San Francisco, la compañía no puede presentar al artista’ en su sede.

El evento de esa ciudad estaba programado para conmemorar el 50 aniversario de Domingo con la compañía, y había sido catalogado como la actuación de ‘uno de los cantantes más influyentes en la historia de la ópera’ antes de la cancelación.

Por su parte, la Orquesta de Filadelfia informó en Twitter que retiró la invitación que había extendido a Domingo para que formara parte del concierto de su noche de apertura del 18 de septiembre.

Varios medios estadounidenses revelaron este martes las declaraciones de mujeres que afirman haberse sentido presionadas por el legendario artista, en la década de 1980, para mantener relaciones sexuales con él a cambio de oportunidades de trabajo.

Toqueteos incómodos, besos forzados, sugerencias sexuales y coito en algún caso aparecen en los relatos que exponen algo calificado de secreto a voces, pues músicos, tramoyistas y otros profesionales del teatro confirmaron su comportamiento persecutorio con jóvenes.

Domingo, de 78 años de edad y considerado por varios expertos como el más versátil de todos los tenores vivos, clasificó los alegatos de profundamente preocupantes e inexactos, pero reconoció que las reglas y valores por los cuales ‘nos medimos en la actualidad son muy distintos de cómo eran en el pasado’.

Creía que todas mis interacciones y relaciones siempre eran bienvenidas y consensuadas. Las personas que me conocen o que han trabajado conmigo saben que no soy alguien que intencionalmente dañaría, ofendería o avergonzaría a nadie, apuntó.