Si el Mundial de Rusia supuso una enorme decepción para el fútbol latinoamericano, la cita mundial de clubes en Emiratos Árabes Unidos ha agrandado la herida.
Londres, 19 de Diciembre 2018, (ANDINA).- Si el Mundial de Rusia de junio y julio supuso una enorme decepción para el fútbol latinoamericano, la cita mundial de clubes que se está disputando en Emiratos Árabes Unidos ha agrandado la herida y aumentando las dudas sobre su competitividad internacional.
En Rusia-2018 los cuatro semifinalistas fueron europeos y en cuartos de final únicamente hubo dos latinoamericanos (Brasil y Uruguay), lo que convirtió las rondas decisivas del Mundial casi en una Eurocopa.
En el Mundial de Clubes en curso, River Plate perdió el martes en semifinales en la tanda de penales ante el Al Ain emiratí (5-4 tras empate 2-2) y las Chivas de Guadalajara terminaron en sexta posición, después de caer en cuartos el sábado ante el Kashima japonés (3-2) y el martes en el duelo por el quinto puesto contra el Esperance de Túnez (6-5 tras 1-1).
Argentina y México, que nunca han conseguido triunfar con sus clubes en esta competición, no sólo no rompieron su particular maldición, sino que hicieron historia en negativo: ningún equipo de su país lo había hecho peor hasta ahora en este torneo.
Los equipos argentinos que habían participado hasta ahora en el Mundial de Clubes siempre habían podido alcanzar la final, mientras que los mexicanos que habían caído en cuartos de final en ediciones anteriores al menos habían podido irse del torneo con el consuelo de un quinto lugar.
En la conferencia de prensa posterior a la eliminación de River ante el equipo anfitrión, un periodista brasileño preguntó al técnico de los ‘Millonarios’, Marcelo Gallardo, por si era “una vergüenza” para el fútbol sudamericano no estar en la final, como en su día les ocurrió a tres clubes de la zona Conmebol (los brasileños Inter de Porto Alegre en 2010 y Atlético Mineiro en 2013, y el colombiano Atlético Nacional en 2016).
“Vergüenza es otra cosa. Perder un partido está dentro de las posibilidades del juego. Hay que saber respetar al vencedor. Considero que al rival hay que respetarle y felicitarle. Claramente estamos dolidos. Pero de ninguna manera es una vergüenza”, respondió.
Uno de los emblemas de River Plate, el capitán Leonardo Ponzio, reconoció los méritos del Al Ain.
“Los equipos de otros continentes van mejorando y ellos hicieron un buen partido. Estuvieron a la altura”, se resignó.