Halloween es quizás una de las fechas más divertidas para los pequeños, pero es importante que ellos tengan claro que no pueden comerlas sin control.
Lima, 29 de Octubre 2018, (ANDINA).- Halloween es quizás una de las fechas más divertidas para los pequeños, por los disfraces y todas las golosinas que les pueden regalar, pero es importante que ellos tengan claro que no pueden comerlas sin control y más bien se de aprovechar la oportunidad para reforzar los hábitos saludables.
Es importante por ello que los padres estén informados sobre cómo incluir opciones saludables en fechas donde hay un mayor consumo de golosinas (con azúcar, grasa saturada, sodio, colorantes y demás), dijo Jenny García, de Sanna Nutricionistas a Domicilio.
Al respecto, la especialista ofreció las siguientes recomendaciones:
Si tu niño asiste a una fiesta
– No obviar las comidas previas a la salida y, dependiendo de lo que se consuma, después puede comer algo más ligero de lo usual.
– Llevar agua como bebida y así evitamos añadir dulce a lo que se vaya a consumir.
– No llevarse nada de la fiesta. En casa lo mejor es no tener nada de golosinas.
– Incluir juegos como parte de la salida, así fomentamos la actividad física y evitamos que el centro de la atención sea la comida.
– Si nuestros niños presentan alguna enfermedad crónica (obesidad, diabetes) o tienen alergias, son intolerantes a la lactosa y al gluten, debemos revisar las etiquetas y ser extremadamente cuidadosos con ellos.
Si vas a organizar una reunión o quieres regalar algo saludable ofrece:
– Pop corn casero.
– Festival de frutas como brochetas, como helados, bañados con chocolate bitter.
– Kekes con frutas secas
– Gelatinas con fruta picada (presentarlo en diversas formas usando moldes) y puedes prepararla con jugo de fruta y colágeno.
– Panquequitos o wafles de avena.
– Refrescos naturales. La chicha morada es una bebida llena de antioxidantes y muy rica.
– Postres clásicos como el arroz con leche, mazamorra morada.
“La forma de llamar la atención de nuestros niños es cómo presentamos esa mesa de opciones saludables. Recordemos que todo entra por los ojos, en especial entre los niños”, anotó la especialista.
Agregó que un niño obeso tiene mayores probabilidades de seguir siéndolo en la edad adulta, lo que además puede llevar al riesgo de desarrollar enfermedades crónicas y muerte prematura.
“Más aún si consideramos que el sobrepeso y obesidad en niños entre los cinco y nueve años alcanza el 24.6% de la población, es decir que uno de cada cuatro menores ya presenta una acumulación excesiva de grasa en su cuerpo”, señaló.
Afirmó que desde pequeños, debemos hablar claro con nuestros hijos porque ellos tienen derecho a estar informados. Hay que hablarles de los riesgos de consumir mucho azúcar y alimentos procesados con sustancias que no nos alimentan y que, por el contrario, hacen daño.
La alimentación de los niños debe incluir tres comidas principales y dos snacks. Estos últimos se deben consumir entre las comidas principales. Un buen snack no debe superar el 10% de las calorías totales del día; es decir no debe contener más de 200 kilo calorías, debe ser bajo en sodio y azúcar y que no superar los tres gramos de grasas saturadas por porción.