Tenía 81 años pero para los que lo conocieron de cerca, un corazón joven, alegre y una capacidad de trabajo envidiable, hoy los argentinos despiden al gran Federico Luppi.

Buenos Aires, 21 Octubre 2017, (PL).- Tenía 81 años pero para los que lo conocieron de cerca, un corazón joven, alegre y una capacidad de trabajo envidiable, hoy los argentinos despiden con dolor a uno de sus más grandes actores, el gran Federico Luppi.

Aunque había sido internado hace varios días por un problema de salud que venía arrastrando desde que se golpeó la cabeza en abril pasado, la noticia ha impactado en los medios culturales del país y sobre todo en esos argentinos que vivieron y soñaron con sus actuaciones.

Luppi, el de Tiempo de revancha, de El Laberinto del Fauno, de Lugares Comunes, Martin Hache, Cronos y tantas otras cintas, murió esta madrugada en la fundación Favaloro, donde permanecía ingresado a la espera de un traslado a otra clínica para comenzar un proceso de rehabilitación.

La contusión en la cabeza que le produjo un coágulo cerebral mientras trabajaba hizo que en apenas seis meses su vida se apagara pero no la imborrable huella que dejó en el cine latinoamericano e internacional en más de 70 películas, muchas de ellas multipremiadas. ‘Nunca’, decía tajantemente cuando uno que otro periodista le preguntaba si pensaba retirarse algún día y cumplió su palabra, pues a pesar de sus complicaciones de salud, estaba por iniciar una gira teatral con la pieza Las últimas lunas, una obra sobre la vejez, dirigida por su esposa Susana Hornos.

En twitter los mensajes lloran por Luppi. Murió un grande, es quizás la palabra más repetida para despedir a este actor, considerado uno de los intérpretes más versátiles de su generación.

Unos le rinden homenaje con fotografías y eternas gracias, otros publican algunas de las escenas más memorables de sus actuaciones para recordarlo.

‘Me siento feliz de estar vivo a esta edad, de haber pasado tantas cosas en la Argentina y todavía poder contarlo. Y me gustaría, sí, en términos un poco fantásticos, descender lentamente por el lado oscuro de la luna, pero con dignidad’, dijo en una ocasión este ícono del cine, quien partió a la eternidad.