Opinión de Cesar Ortiz Anderson. Luego del mensaje positivo y optimista para el presidente PPK, debemos analizar cuáles son las realidades en materia de Seguridad Ciudadana y cuál es la agenda respecto de lo actuado y de lo que falta actuar.
Lima, 06 Agosto 2017, (Especial para El Informante Perú).- Luego del mensaje positivo y optimista para el presidente PPK, debemos analizar cuáles son las realidades en materia de Seguridad Ciudadana y cuál es la agenda respecto de lo actuado y de lo que falta actuar. Más aun cuando el 85% de los peruanos cree que el estado de la seguridad ciudadana esta igual o peor que en último gobierno de Ollanta Humala.
Falta de una visión holista y articulada: La seguridad ciudadana tiene por los menos cuatro actores claves que tienen que ver directamente con enfrentar el fenómeno, la Policía Nacional del Perú, la función del Ministerio Público, El Poder Judicial y el Sistema Penitenciario.
En este primer año a favor deberíamos decir que la concentración en el crimen organizado después de más de 70 mega operativos y más de 1,000 detenidos, ha demostrado por un lado que la inteligencia cumple una labor importante y que debe seguir fortaleciéndose, y que se puede articular con el Ministerio Publico (hoy la priorización del delito organizado a nuestro juicio ha ido en desmedro del delito común que cada día mas utiliza armas de fuego para perpetrar sus delitos), el flagelo del delito común que si bien se han mostrado cifras de victimización menores, estas no terminan siendo relevantes aun, se debe considerar que algunas medidas deben ser tomadas en forma inmediata.
El Ministro Basombrio declaró como análisis del discurso presidencial que se tendrán más policías en las calles trasladados de la función administrativa, lo cual es contradictorio con el su propio discurso, de que lo más importante es la calidad del recurso humano, aun es una tarea pendiente la mejora de la formación policial, se requieren nuevos perfiles, una nueva malla y plan de estudios,(el Ministro dice que esto ya está realizado), pero esto debe ir acompañado de nuevos docentes, una infraestructura adecuada para la formación, no es posible tener 28 escuelas de policía en el Perú las cuales no son adecuadas para la formación policial (en realidad se debería como máximo a contar con tres centros de formación de primer nivel), también es necesario fortalecer por una lado la investigación criminal no tenemos laboratorios de primer nivel con el equipamiento que demanda tanto a nivel de los laboratorios como de la investigación de la escena del crimen, y como consecuencia natural carecemos de personal actualizado al desarrollo y uso de las nuevas tecnologías en investigación criminal, para producir partes de la policía con la prueba científica irrefutable, y por el otro fortalecer al ministerio publico dado que los números de delito comunes son muchos más grandes que el crimen organizado se pueden crear fiscalías especializadas en delitos agravados, (todos aquellos en que se utilice una arma de fuego), esto implica una inyección de recursos al Ministerio Publico, y una gran articulación con el mismo, y obliga a tener protocolos de investigación criminal homologados con el Ministerio Publico y el Poder Judicial, es una tarea pendiente aún una efectiva articulación con el Poder Judicial, para que la puerta giratoria donde rápidamente salen libres delincuentes avezados deje de funcionar.
En el mensaje se habló de una reforma penitenciaria, no hay que confundir algunos cambios y medidas con una reforma, la cual es otra tarea pendiente y se requiere de una rápida intervención en la reorganización del sistema penitenciario, sigue siendo una institución corrupta e ineficiente y el mensaje del Presidente ha anunciado la construcción de 5 cárceles nuevas, solo para tener en cuenta una población de cerca de 90,000 reclusos que es el caso peruano, lo óptimo sería tener 100 centros penitenciarios con 900 reclusos cada uno, que es la recomendación internacional, actualmente contamos con 66 en el territorio nacional la mayoría en condiciones deplorables, los reos deben estar debidamente clasificados. Cuan cerca o lejos estamos de esa realidad es una análisis valido, si tomamos como válida esta premisa y considerando que como todos esperamos la mejora de la seguridad ciudadana traerá consigo un incremento inexorable de la población penitenciaria, lo que probablemente suceda es que estas nuevas prisiones, no sirvan ni para disminuir la sobrepoblación actualmente existente. Además de la construcción de cárceles por el estado se debería analizar en forma seria tener parte del sistema penitenciario privatizado, como también de obras por impuestos, para ampliar la cobertura en forma importante en el periodo de gobierno.
Por último se resaltó el bloqueo de celulares en 5 penales, es que acaso en un país moderno es aceptable que existan celulares en los penales? Según el INEI existen 66 centros penitenciarios, el mensaje destaca que tener menos del 10% es un logro, sin duda alguna es otra tarea pendiente, que debería estar acompañada de medidas de control más modernas en los ingresos a los penales como por ejemplo scanner y una reducción de la corrupción que permite no solo el ingreso de celulares, sino también de drogas, alcohol.
La utilización de grilletes electrónicos para la despenalización es una idea que se está poniendo en práctica y veremos los resultados, pero en mi opinión ello no aliviara el actual hacinamiento, ojala los sistemas de control y de respuesta de estos sean realmente eficaces, siempre existirá la tentación de reducir el número de privados de libertad, pero habrá que analizar la reincidencia, es preferible que se propongan normas de penas comunitarias que permitan más bien no ingresar al sistema penitenciario a los infractores de faltas o delitos no agravados, bajo el control de grilletes, se deben tipificar apropiadamente estos delitos y tener un buen sistema de control de los que pasan a esta modalidad.
Falta de Institucionalidad, Políticas Públicas y de priorización de la Seguridad Ciudadana: La falta de institucionalidad es aún una tarea pendiente no se ha realizado una profunda reforma de la Policía Nacional, o como desde la campaña proponía el ahora congresista Gino Costa la refundación de la policía Nacional del Perú, hacer frente a problemas complejos y de gran magnitud requiere de instituciones fuertes, con profesionales de altas competencias y capacidad de gestión, lamentablemente esto no ocurre y por tanto esta falta de institucionalidad no permite que sea un paraguas que proteja la elaboración y sostenibilidad de las políticas públicas en materia de seguridad ciudadana de largo plazo.
Haciendo un breve resumen de lo que debería tener la reforma veremos cómo vamos después de un año:
Mejora del Sistema Educativo: Tarea pendiente, tanto al nivel de los sub oficiales, oficiales, infraestructura y equipamiento de las escuelas de formación, cursos de ascenso, etc.
Mejora de la Investigación Criminal: Tarea pendiente, no hay nuevos laboratorios ni equipamiento de última generación, menos aún por la tanto personal altamente calificado en el manejo de estas tecnologías, estamos aún lejos de una investigación científica irrefutable y homologada con el Ministerio Publico y el Poder Judicial.
Prevención e información: En el caso de prevención estamos sin intervenciones de gran magnitud sobre grupos vulnerables y de riesgo, existen grandes posibilidades de articulación con los programas de generación de empleo, bajo un enfoque de articulación demanda oferta con caracterizaciones particulares para que sean efectivos y sostenibles, por el lado de la información debemos reconocer los avances no solo por el manejo de cifras con el INEI, sino por la transparencia de mostrarlas y el análisis de las mismas, no obstante se puede aspirar a mas con observatorios del crimen y la violencia, seguir trabajando en el incremento de las denuncias, entre otros.
Gestión y sistema de soporte: En el caso de la gestión se debe vincular el corto, el mediano y el largo plazo, la aparente ausencia de una política pública aunada a una gestión mediática, hace difícil poder analizar la gestión, comparando lo que se propone hacer con lo que realmente se está haciendo, limitando al ciudadano a evaluar las cifras de victimización cuya mejora no es aun tan significativa, sin poder entender las medidas de mediano y largo plazo que mejorara la seguridad ciudadana en esos periodos, muchas de las medidas de un plan exceden el mandato del actual gobierno y por ello es indispensable que se puedan seguir con claridad, solo para mencionar un ejemplo las inversiones en infraestructura tienen que discurrir por el diseño, la contratación y la adecuada construcción hablamos de por lo menos dos años para poder tener el servicio en funcionamiento. Siendo más específicos se anuncia la mejora de las instalaciones de 500 comisarías, entendemos no es un maquillaje de pintura y dotación de computadoras sino que responde a cambio en el modelo de atención a los ciudadanos, y por ello eso implica que las obras responden al modelo de servicio y operatividad de una comisaria. No cometamos el error del activismo de construir solo para declarar cifras.
Se está apostando por un mejor patrullaje con sistemas de control geoferenciado, aplaudimos la medida aunque el alcance de la misma no que claro, como tampoco los tiempos, ni la inversión, mas este tema importante para apoyar las labores operativas, debería ir acompañado de una inversión mayor respecto del control institucional, se debe ya apostar por un sistema integrado de información que incluya la planificación, los recursos humanos, el presupuesto, compras entre otros módulos, ya en instituciones de este tamaño se requiere de sistemas de robustez como SAP u otros, que permitan tener el control, disminuir la corrupción, y poder brindar cuentas del gasto presupuestario.
Dignificación policial: No se ha hablado mucho respecto de crear incentivos positivos más allá del sueldo para la familia policial, si queremos policías probos no solo es aumentar el sueldo, eso sería falaz, y ya está demostrado que mayores sueldos no significan de ninguna manera garantizar personal incorruptible, temas como la vivienda y la salud no son mencionados como tareas importantes para nuestras fuerzas policiales.
Respecto de las políticas públicas, siempre que escuchamos a nuestro Ministro del Interior nos da la sensación de una ausencia de política pública, más bien tenemos la certeza de que está concentrado en estrategias puntuales, las mismas no suman una política pública, coincidimos que este tema no es soluble en el corto plazo pero la ausencia de la política pública no es otra cosa que trabajar en forma desordenada, no garantizar los presupuestos necesarios, ir hacia el trabajo basado en aciertos y errores, y por sobre todo no dejar pilares solidos que permitan la sostenibilidad de todo lo que se emprenda en materia de seguridad ciudadana.
Corrupción: La ausencia de la reforma ha generado la falta de una depuración policial, este tema no se puede minimizar, es uno de los pilares de la generación de la confianza entre la población y la PNP, y sobre todo la garantía de que los ciudadanos pongamos en manos de profesionales probos nuestra vida y seguridad.
La falta de uso sistemático de pruebas de confianza a aspirantes y personal en servicio es una ausencia no explicable, no tener una oficina de asuntos internos fortalecida en forma importante y dando cuenta con datos de los resultados de las investigaciones, los tiempos de investigación y sobre todo de los resultados es inaceptable, no se debe minimizar la participación de las fuerzas policiales en la participación del delito, ni cometer la ingenuidad de pensar que los casos detectados en los mega operativos es el universo de la corrupción de la PNP.
Esto no lleva inevitablemente a la percepción ciudadana de la impunidad de los corruptos, aun es tarea pendiente.
Resurgimiento del terrorismo, y el narcotráfico: Sin duda recién ahora después de tener diferencias con el propio director de la PNP, y luego también de la interpelación del congreso vemos que el Ministro Basombrio reconoce la reactivación del Senderismo a través del MOVADEF y este reconocimiento es un buen inicio, la realidad nos muestra que ya se han infiltrado en los sindicatos más grandes como educación y salud, me imagino ya la inteligencia habrá detectado también su participación en el los centros de estudio, como en otras organizaciones, este nuevo terrorismo viene más preparado que antes, con más cuadros profesionales, se arrastran años de inacción por falta de una adecuada inteligencia, ya gobiernos anteriores a través de acciones licitas o ilícitas recordemos los indultos los han puesto en libertad y hoy incluso hacen uso de ella para volver a las gesta terrorista a vista y paciencia de todos los peruanos, coincidimos con el Ministro Basombrio que se requiere herramientas judiciales para ponernos a recaudo, pero necesitamos también propuestas del ejecutivo en forma clara respecto de las herramientas jurídicas que requieren.
Respecto del narcotráfico aún hay mucho que resolver si bien existen más decomisos, también es cierto que ha crecido la producción, y peor aún sigue la invisibilidad del consumo interno cada día mayor, lo cual es un cáncer para nuestros jóvenes.
Finalmente este primer año si se están sentando bases importantes, pero un problema de más 30 años con respuestas inadecuadas, está claro que solo trabajando de manera Integral y Articulada a un mediano plazo la población recién podrá sentir una mejora en la reducción del número y frecuencia de los delitos, por ello es importante invitar a la Sociedad en su conjunto que hagan el mayor esfuerzo en asumir una cultura de seguridad preventiva y ser solidarios como vecinos, no veo otro camino.
(*) Cesar Ortiz Anderson. Presidente de Aprosec
www.aprosec.org