Lima, 15 Noviembre 2020, (ANDINA).- El arzobispo de Lima, Carlos Castillo Mattasoglio, afirmó hoy que la paz se construye con la renuncia a los propios intereses y pidió una investigación sobre la muerte de los dos jóvenes ocurrida en la víspera durante la marcha nacional convocadas por diversas instituciones de la sociedad civil.
«La paz se construye haciendo el trabajo de la paz, el esfuerzo de la paz, del diálogo y la renuncia a los propios intereses. Es un camino difícil pero no imposible si sintonizamos con el Dios que nos ama», recordó el arzobispo de Lima y primado de la iglesia Católica.
Esta mañana, durante la misa que ofició desde la Catedral de Lima, llamó a «quienes han incentivado todo esto, a que desistan y reconozcan los males que han hecho”.
«Hoy es un día para ahondar profundamente en cómo construimos la paz entre nosotros”, reflexionó el religioso, quien agradeció a los jóvenes “que han demostrado en estas manifestaciones que no han tenido ninguna intencionalidad de violencia», precisó.
Investigación y esperanza
Respecto a las muertes de los dos jóvenes ocurrida ayer, durante el sexto día de manifestaciones, el religioso desde el púlpito exigió su inmediata investigación.
«Jack (Pintado Sánchez, una de las dos víctimas mortales) recibió balazos directamente. Eso no lo hace la policía, eso lo hacen grupos especializados. Y tiene que investigarse y asumirse la responsabilidad», dijo.
«Hemos visto cómo nuestros policías y nuestra gente se ha ayudado en toda esta pandemia y no podía ser que esto viniera de la policía. Mi padre ha sido un policía, un servidor y no un destructor de personas. Aquí hay personas oscuras que están moviendo esto para que todo el proyecto de una esperanza se caiga y el papa Francisco nos dijo ‘no se dejen robar la esperanza’. La esperanza son nuestros jóvenes y, por eso, los pobres del país necesitan de ellos para que haya esperanza», agregó.
País católico
Castillo recordó que el Perú es un país católico, cristiano y creyente «donde también hay no creyentes que muchas veces hacen cosas mejores que los creyentes». Agregando que los católicos «no pueden aplaudir la violencia» y dijo que «la ley de Dios dice ‘no mataras’ y es hora que, en nuestro país, se respete y por lo tanto se cumpla».
En ese sentido, invitó a la «generación vieja», a seguir al apóstol San Pablo, «de los que abren la mano; como esa mujer trabajadora que dentro de casa sabe coser con sus manos ayuda y comparte con el pobre».
Subrayó que es momento cuando «quien tiene que desistir, desista; quien tiene que rectificar, se rectifique; quien tenga que resistir, resista; quien debe renunciar, renuncie».
Corrupción
El arzobispo de Lima opinó que “hay un grupo de personas vagas que se engrosan el dinero de toda la Nación y han aprendido, sistemáticamente, a corromper la vida de nuestro pueblo y a corromper las posibilidades de desarrollo de toda nuestra nación, especialmente de los pobres”.
«Hoy el Señor nos invita a no ser vagos, a arriesgar dando nuestra vida a los demás, sirviendo con nuestros bienes a los que lo necesitados y no por medio del dinero corrupto ni blanqueado, sino por medio de la honestidad y reconocimiento de los graves delitos y pecados cometidos, que hasta ahora todavía sufrimos», finalizó.