El coraje y la pasión los regresaron a un Mundial tras tres décadas de ausencia. Pero Perú parece estar viviendo una amnesia futbolística de la que necesita curarse con urgencia.

Lima, 25 Junio 2019, (ANDINA).- El coraje y la pasión los regresaron a un Mundial tras tres décadas de ausencia. Pero Perú parece estar viviendo una amnesia futbolística de la que necesita curarse con urgencia para vencer a la dura Uruguay en cuartos de la Copa América. El tiempo juega en contra.

El nivel y los resultados del equipo que dirige el argentino Ricardo Gareca se vinieron a pique después de quedar eliminados en primera fase de Rusia-2018, la primera Copa Mundo a la que los incas asistieron desde España-1982.

Desde la cita orbital, el equipo de la casaca de la banda cruzada ha jugado doce partidos, entre amistosos y la primera fase de la competición americana. Ha perdido seis, ganado cuatro y empatado dos, para un rendimiento del 38%. Y recibido 18 goles frente a once marcados.

El último mazazo fue la goleada 5-0 el sábado ante Brasil en el estadio Arena Corinthians de Sao Paulo. Pese a la golpiza, los peruanos clasificaron como mejores terceros a cuartos de final, donde se verán con la poderosa Uruguay de Luis Suárez y Edinson Cavani, que terminó líder del Grupo C por encima del bicampeón Chile.

«Este grupo se repone, el que tiene que analizar es el ‘profe’, es el que decide, mientras tanto nosotros tenemos que trabajar, corregir los errores, y esperemos que el sábado no tengamos ninguno que nos permita clasificar a la siguiente fase», dijo el capitán Paolo Guerrero.

El ‘Depredador’ apeló a mirar al pasado para revertir la mala racha de una generación que le regresó la autoestima al fútbol inca, labrada a pulso y talento hace décadas por jugadores como César Cueto, Teófilo Cubillas, Julio César Uribe, Héctor Chumpitaz o Hugo Sotil.

Los andinos tuvieron un remate envidiable del clasificatorio sudamericano a Rusia. Ajustaron seis juegos sin perder -entre ellos un triunfo a Uruguay y empates contra Argentina y Colombia-, a base se solvencia defensiva y contundencia en el ataque.

«Necesitamos mejorar en muchas cosas, en muchos aspectos, y volver a jugar con nuestro fútbol (…), con nuestro talento», agregó el 9, máximo artillero activo de la Copa junto al chileno Eduardo Vargas, ambos con 12 goles.

Alto en el camino

Las palabras de Guerrero seguramente buscan tocar las fibras de sus compañeros de equipo. Pero la realidad de Perú parece ser un contrincante de mayor peso que las frases motivacionales del capitán.

«Nos hemos estancando a mitad de camino. Si queremos conseguir algo extra, en esta segunda etapa del ‘Tigre’, es necesario renovar la máquina», afirmó el comentarista deportivo Pedro Canelo, en el diario El Comercio de Lima.

Sectores de la prensa exigen un recambio a Gareca para el duelo contra los uruguayos, el sábado en Salvador de Bahía. Pero la temática de fondo es si tienen los jugadores para hacer un revolución en plena Copa América, en la que además perdieron a un hombre de peso: el delantero Jefferson Farfán, por lesión en la rodilla izquierda.

A Gareca le ha costado consolidar una sustitución generacional, como la realizada por Brasil, Colombia o Venezuela. Los hombres más talentosos y con más experiencia internacional -Guerrero y Farfán- sobrepasan los 34 años. Y cuando no están, les pesa encontrarles un sustituto.

Habilidosos como Edison Flores, Yoshimar Yotún o Renato Tapia han sido intermitentes. Y el movedizo André Carrillo, considerado la mejor pieza peruana en el Mundial y antes inamovible, viene falto de ritmo tras finalizar en abril su temporada con el Al Hilal de Arabia Saudita. Solo jugó dos minutos en el empate sin goles ante la Vinotinto.

«Espero en algún momento jugar, estoy apto para apoyar a los compañeros», aseguró el ex Benfica de Portugal.

Gareca prepara desde Sao Paulo la asaltada peruana. Ya sabe cómo doblegar a los charrúas, pero el tiempo -en pasado reciente y en presente- juegan en su contra.