Rosario Sasieta ha transitado por cerca de tres décadas como figura infaltable de nuestra escena nacional al frente de diversos espacios radiales y en la TV con un programa de corte legal. 

Lima, 28 de Enero 2019, (ANDINA).- Rosario Sasieta ha transitado por cerca de tres décadas como figura infaltable de nuestra escena nacional al frente de diversos espacios radiales y en la TV con un programa de corte legal. Tras una breve pausa, regresa al frente de un espacio magacín en la pantalla chica, donde –asegura– solo lo bueno de esta vida tendrá cabida.

–La hemos visto como pez en el agua como la Señora Ley, ¿cómo se animó dar el salto al estilo magacín?

–Déjame decirte que no lo dudé. Quiero aprovechar este formato para informar de diversos tópicos con alegría y sin tener que estar sacudiendo sangre en la pantalla. Creo que la televisión debe ayudar en esta lucha que todos tenemos y en la que debemos comprometernos para erradicar la violencia contra la mujer.

–Hubo una oleada de programas donde las abogadas eran las estrellas, ¿por qué no sucumbió a esa moda?

–Mi meta siempre fue informar y no me he prestado para cosas en las que no haya creído genuinamente positivas. Preferí dar un paso al costado. Y agradezco haber tenido la lucidez de decir no en su momento.

El magacín Esta noche con Rosario Sasieta se estrenará mañana, a las 19:00 horas, por canal 11 en señal abierta, 38 en la señal de Movistar TV y canal 11 en Claro TV. Su conductora asegura que se buscará resaltar el empuje de los peruanos de a pie, pues ese será el combustible del espacio.

–¿No estaban las condiciones dadas quizá?

–Mi mamá siempre me decía que hay que ser la primera en todo. Y me ha guiado ese camino de intentar alcanzar la excelencia. Recuerdo cuando llegó la propuesta de UCI Noticias, que en un inicio era una televisora digital, me pareció fenomenal la visión de contenidos útiles que planteaban como bandera. No lo dudé y me monté a ese caballo. Los tiempos fueron avanzando y hoy estamos en diversas señales, tanto abierta como de cable.

–Sale al aire en un momento muy fuerte como sociedad.

–Es un momento duro, sin duda, pero si en algo me ratifico es que por medio de la pantalla chica se puede trabajar muchísimo para alcanzar una sociedad justa, con valores. No todo es malo o está perdido. Nuestra gente necesita una televisión marcada por una sonrisa, por una mano buena que ayude, por un consejo.

–Basta de la violencia que genera también contenidos que nada aportan.

–Exacto. Me resisto a creer que se mantenga vigente, y lo digo entre comillas, la necesidad de vender desgracia y chisme al televidente. En mi caso, me niego a ofrecer un show. En cada secuencia, voy a sentir que estoy sirviendo al Perú.

–Esta etapa la sorprende en su madurez.

–Estoy libre de responsabilidades y puedo entregarme a lo que yo más quiero. Tengo 38 años de abogada y 25 años de vigencia en la TV y en la radio. Nada me es ajeno. El poder y la fama no me envanecen. Es ahora que puedo decir que quiero entregar sin esperar nada a cambio. Y es que nadie puede dar lo que no tiene.

–Muchos dirían que es una pose.

–No lo es. Esta oportunidad me permite agradecer a Dios y espero que me dé salud para seguir sirviendo. Uno siempre es útil mientras tenga un alma limpia y no esté envilecida por el dinero. Y, claro, ser un poco la madre de todos.

–¿No añora no haber tenido hijos?

–Uno nunca tiene que preguntarse por qué. En mis momentos de reflexión, agradezco no haberlos tenido para ocuparme de los hijos de los demás. Viendo así las cosas, no hay rencor ni amargura. Siento que soy parte de un proyecto que el Universo tiende a querer, no todo puede ser maldad y envidia. Tiene que haber compensación, eso lo creo firmemente.