El cineasta británico Terry Gilliam respira aliviado tras ponerle punto final al rodaje de su versión sobre El Quijote, extendido por 17 largos años.
Madrid, 06 Junio 2017, (PL).- El cineasta británico Terry Gilliam respira aliviado tras ponerle punto final al rodaje de su versión sobre El Quijote, extendido por 17 largos años.
Gilliam, de 76 años de edad, compartió su alegría en sus perfiles de las redes sociales de Facebook y Twitter, en las cuales confirmó la terminación de preproducción de El hombre que mató a Don Quijote, inspirada en la monumental obra de Miguel de Cervantes.
El director ofreció disculpas por el largo silencio acerca del proyecto y, con su particular sentido del humor, dijo que había estado ocupado cargando el camión y que ahora regresaba a casa: ‘Quixote vive!’, escribió Gilliam en Facebook y en uno de los flancos del vehículo.
Tras 11 semanas en locaciones de España y Portugal, el reconocido director de títulos como Doce Monos o Miedo y asco en Las Vegas logró filmar las secuencias que narran la historia de un anciano convencido de que es Don Quijote y reconoce en Toby, un ejecutivo publicitario, a su escudero Sancho Panza.
La trama discurre entre saltos en el tiempo, que ubican a los protagonistas unas veces en el siglo XXI y otras en la lejana centuria del XVII, al punto de difuminar los límites de Toby sobre ilusión y realidad.
En la versión final, el realizador logró colocar a Jonathan Pryce y Adam Driver, en los papeles del pretendido hidalgo y el de Sancho, respectivamente; así como a Stellan Skarsgard, Olga Kurylenko, Joana Ribeiro, Óscar Jaenada, Jordi Mollá, Sergi López y Rossy de Palma.