«Lo recordaré 10 años». Arthur Glapa viste una camiseta del Mónaco en la que ha estampado el nombre de Marc Bartra, el jugador del Borussia Dortmund herido.

Dortmund, 12 Abril 2017, (ANDINA).- «Lo recordaré 10 años». Arthur Glapa viste una camiseta del Mónaco en la que ha estampado el nombre de Marc Bartra, el jugador del Borussia Dortmund herido en el ataque al autobús del equipo alemán. No se había imaginado que algo así pudiera ocurrir.

La incomprensión frente al terror de este aficionado del club monegasco de 22 años se mezcló la noche del martes con la satisfacción por la «solidaridad» reinante entre las dos hinchadas.

Con su amigo Julien Nedjar, un año menor, llegaron a Dortmund en coche desde Douai, al norte de Francia. Al no poder encontrar una habitación en el último momento tras la anulación del partido, decidieron dormir en el vehículo.

«Tuvimos un poco de frío, poníamos la calefacción cada dos horas, pero ha sido divertido», cuenta a la AFP Glapa, un joven rubio y de complexión atlética. Con otros amigos compartieron el desayuno, «salchichas, café y mermelada», en un aparcamiento cerca del estadio.

Bartra en la camiseta del Mónaco

Su manera de mostrarse solidario con lo ocurrido es lucir esta camiseta de su equipo con el nombre de Marc Bartra, el defensa internacional español herido durante el ataque y operado de una fractura en la muñeca.

«Tuve esta idea para rendirle homenaje, al principio no querían estampar una camiseta del Mónaco, pero la responsable de la tienda ha intervenido», explica.

Boris Marchi, de 26 años, aceptó la propuesta de un seguidor del Dortmund de pasar la noche en su casa. Tras el aplazamiento del partido, muchos hinchas locales ofrecieron sus casas a los visitantes para que tuvieran un lugar donde dormir y poder asistir al partido.

«Esta noche hemos quedado para tomar una cerveza antes del partido y dormiremos de nuevo en su casa después. Ha sido un momento bonito, un encuentro», dice Marchi.

El recuerdo será menos placentero para la familia Schültz, que vino desde el valle del Mosela, en el suroeste de Alemania, para ver el partido.

«Ayer fue extraño, teníamos miedo, tenemos cuatro hijos, regresamos, es demasiado peligroso», explica el padre, Jurgen, de 51 años.

Los aficionados del Mónaco también siguen conmocionados. «Habíamos venido para la fiesta, para ver un estadio mítico, no puede ser que sean ellos (los autores del ataque) los que ganan», dice Julien Nedjar.

‘Seremos muchos menos’

El partido se aplazó a este miércoles a las 11:45 horas, «pero seremos muchos menos», lamenta Nedjar, haciendo referencia a los muchos aficionados que han regresado a la Costa Azul, sobre todo los que habían contratado el viaje con un avión fletado por el AS Mónaco.

Pascal Pedro y su hijo Antoine, chapistas en Menton, cerca de Mónaco, habían previsto pasar la noche en Dortmund. Han ampliado una noche de hotel y han comprado nuevos billetes de avión Düsseldorf-Niza.

«Los otros billetes los hemos perdido, un poco más de 200 euros, pero bueno, lo hemos resuelto bien», explica Antoine, de 24 años.

«Pude cambiar los billetes el martes por la noche mientras bebía una cerveza en la gran plaza con la poca batería que me quedaba en el móvil», explica sonriente.

Aficionado del Mónaco «desde hace más de 40 años», Pascal está «orgulloso de la reacción», de los hinchas de su club, que cantaron a la gloria del Borussia Dortmund «por solidaridad».

Esta palabra, solidaridad, viene a la boca de otros aficionados franceses que pasean por las calles de Dortmund el miércoles por la mañana, tras haber compartido la noche con los alemanes.

«Al menos el ambiente será más fraternal que si el partido se hubiera jugado ayer», señala Teddy Soyez, de 26 años, sentado en una terraza.

Mientras, en las calles, el objetivo de los hinchas del Mónaco es comprar una bufanda del Dortmund para poder exhibirla horas después en el estadio y enseñar al mundo su mensaje de solidaridad.